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ya están calientitas las roscas, para ti :)

viernes, 23 de julio de 2010

“Las letras tienen el poder de funcionar como terapia curativa”, afirma Lupita Gameros, responsable de llevar lectura a pequeños hospitalizados Tepic, Nay.- Aminorar el sufrimiento de niñas y niños que tienen que pasar la noche en una cama de hospital. Mejor aún: distraerlos a través de las letras y los libros justo antes de la hora de dormir. Esa es la meta de Pijamadas en el hospital que el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Nayarit (CECAN) lleva en vacaciones al hospital civil y al Centro Estatal de Cancerología cada miércoles. El Conaculta, en coordinación con el Consejo Estatal para la Cultura, atiende el derecho a la recreación y el esparcimiento de la infancia –incluyendo enfermos- con pijamadas literarias, complemento al programa Hospitalarte ( Alas a los sueños) que los lunes, en esos mismos hospitales, lleva actividades lúdicas y creativas a los menores con arte-terapia, narración y terapia de risa. “Esto viene a fortalecer nuestras actividades cotidianas y trabaja acciones que de alguna manera no se habían explotado, una de ellas es el verano, las vacaciones” comenta Adriana Guadalupe Gameros Betancourt, responsable de Pijamadas en el hospital. Es así como, a partir del 7 de julio pasado, cada míercoles, de seis a siete de la noche, África, Georgina, Adriana Guadalupe e Iris llegan con su cargamento de cuentos, títeres y guiñol para romper la rutina en alguna sala de hospital. Según estadísticas, en vacaciones se incrementa el número de internos, ya sea por francturas, apendicitis, quemaduras y desafortunadamente cada vez más por diabetes, cáncer y complicaciones a causa de la obesidad “esta es la mejor temporada para impactar al público infantil; las letras tienen el poder de funcionar como terapia curativa” afirma Adriana Gameros. Asegura que la lectura en voz alta, la narración con apoyo de las herramientas adecuadas aminora las afecciones emocionales que padecen niñas, niños y adolescentes recluidos en el hospital. Al narrar su experiencia de la primera pijamada Gameros Betancourt comenta “afortunadamente fue un público pequeño, pocos pacientes” Las cuatro integrantes intercambiaron actividades: en tanto una cuenta un cuento, dos trabajan con títeres o guiñol en el teatrino y una más atiende los deseos de quienes eligen la historia que quieren escuchar. “Procuramos que sean cuentos que les refuercen su autoestima, que es lo más lastimado cuando están hospitalizados; son cuentos que les levantan el ánimo” explica Adriana. Los libros son facilitados por la Coordinación de Cultura Infantil, y seleccionados para que “encajen” en el diagnóstico de cada niño o niña. “Solicitamos el diagnóstico y seleccionamos los libros pensando que pudiera haber ligeros cambios para el miércoles” añade.

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