*René Morimoto
¡Van a Matar a Toño! ¡Mamá, van a matar a Toño¡ grita Reyna la bien portada, la que se preocupa, la hija universitaria producto de un hogar disfuncional, nacida de la infidelidad y mecida con insultos y golpes; que sufre su realidad en el seno de una familia afectada por la muerte e impregnada por la violencia y el tráfico de drogas. Mientras tanto, Toño fuma mariguana sentado en el sillón, saca un rollo de billetes y lo entrega a su madre que calla su angustia a la par que guarda el dinero, todo pasa con un sonido de tambores a todo volumen, que simulan un televisor que hace las veces de soundtrack en sus vidas de ficción.
La ocurrencia de mezclar a los actores con el público no pudo ser más acertada, se siente que todos somos parte del entramado y juntos vemos como el caos se desarrolla al alcance de nuestra mano. Los actores rozan al público, un par de veces los actores se recargan en los sorprendidos espectadores que no sabes si reír o quedarse serios, mientras el fantasma del padre de Toño se pasea por el foro gritando a todo mundo.
Para finalizar transcribo lo siguiente extraído del programa de mano y firmado por Luis Bravo:
“Hoy solo queremos que sea tu noche con tu obra preferida rodeado de amigos, familiares, teatreros y el TITUBA. Llegamos a la función 200 por tí, porque te lo mereces y es lo menos que el Ensamble Teatral TITUBA puede hacer para mantener vivo tu recuerdo”
*Periodista Cultural y mediador del programa nacional salas de lectura
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