Cuantos cuentos de cuentistas no nos hemos encontrado los últimos
dos años, tal como es el caso de esos que prometen y prometen, pero nunca cumplen,
un futuro que no existe bajo un supuesto él o ella, eso no me consta, pero sí
de la inactividad de su lado izquierdo del cerebro que no retiene lo que dice,
simplemente lo olvida y del hemisferio derecho que se hace bolas así mismo y
pierde el control.
Resulta que ya van
varias, que los compañeros, sobre todo aquellos, los que te duelen,
porque te vieron crecer, te ayudaron y que sabes que todo el año trabajan, se
han sentido aquejados, olvidados y discriminados por la dirección de prensa de
gobierno del estado.
Miles de propuestas tiradas a la basura, algunas dichas al
aire y se vuelve tal como lo que el viento se llevó, decenas de injusticias, en
el que se te dice que un apoyo es mínimo y como polen se va sin tocarlo alguna
vez.
Cuantos compromisos de los compañeros, necesidades básicas y
algunas extraordinarias que con la justa condición de que el Secretario de los
Servicios de placer, jura y perjura darles todo su consuelo, cuando a la mera
hora, solo da atole con el dedo.
Poco queda del beneficio de la duda, sobre todo de algunos
compañeros, que si tienen la dicha y la cobija del sombrero, la protección del
pelón y la sonrisa de ricitos de oro, que te brinda una mano amiga, cuando te
necesitan, pero cuando no, no hace falta una patada en las sentaderas, cuando
menos piensas ya te dieron la espalda, te
dieron carpetazo, te mandan un correo tarde o te dan portazos de
camionetas de lujo.
El jugar con los
sentimientos de una dama, con las aspiraciones del profesionalismo o con los
sueños de la juventud, es de lo más terrible que puede hacer un supuesto
caballero, que primero finge que te da la mano, pero en cuanto te das la
vuelta, de inmediato te borra de listas o ni siquiera te toma en cuenta.
Ya basta ricitos de oro, ya basta de pavonearte entre Madrid,
Miami y Houston, ponte a trabajar o le das al turismo, o tratas bien a los
compañeros, con respeto al menos, sin mentiras y ni falsas promesas, con la
verdad, con el sombrero bien puesto, de frente y sobre todo con la firme
intención de tomar en cuanta a todos los sectores de la comunicación.
¿Que los periodistas no son gente? Primera llamada, las
compañeras no están solas...
...Raúl Rodrigo Pérez, cuéntame un cuento que si te crea y házmelo realidad.
...Raúl Rodrigo Pérez, cuéntame un cuento que si te crea y házmelo realidad.
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