· Este viernes 26 de julio a las 20:00 horas se realizará la primera liberación oficial en Nuevo Vallarta, como parte de las acciones de Educación Ambiental de la Certificación Blue Flag
En Riviera Nayarit el lujo es nuestra naturaleza, la misma que nos ha colocado como un destino privilegiado. Para preservar el entorno, este viernes 26 de julio a las 20:00 horas tendrá lugar la primera liberación oficial en el Campamento Tortuguero de Nuevo Vallarta, ubicado a un costado del hotel Bahía del Sol, como parte de las acciones de Educación Ambiental que se han programado dentro del programa de Certificación Blue Flag que ostenta la playa Nuevo Vallarta Norte en este destino.
La playa de Nuevo Vallarta, no obstante el importante desarrollo turístico que tiene, es la que mayor número de arribazones registra históricamente en la región. Algunos datos del Programa Nacional de Conservación de Tortugas Marinas de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) señalan que durante 2010 se registraron 51 mil nidadas de tortuga golfina en el Pacífico mexicano, de las cuales unas seis mil sucedieron en los 14 kilómetros de playas de Nuevo Vallarta.
Así que en muchos de los casos basta con permanecer despierto una noche entera, tan solo a unas decenas de metros de la habitación, para poder vivir la experiencia y observar cómo desova uno de estos quelonios.
De acuerdo con el biólogo Adrián Maldonado, del Instituto Tecnológico de Bahía de Banderas (ITBB), los estudios que ha realizado con un grupo de sus estudiantes ponen los arribos a Nuevo Vallarta por encima de otros campamentos en zonas menos desarrolladas como la playa El Naranjo, cerca de la Peñita de Jaltemba.
El análisis de datos históricos a 10 años indica que las tortugas marinas colocan un promedio de 250 nidos anuales por kilómetro en Nuevo Vallarta. Tan sólo el año 2007 llegaron seis mil golfinas a ese lugar. Las cifras de Maldonado no son desorbitadas. El 2009, las estimaciones oficiales del campamento tortuguero establecido en Nuevo Vallarta, hablaban de que hasta octubre se habían recuperado cerca de cuatro mil nidos y liberado a 200 mil quelonios recién nacidos.
“En este campamento la cifra aumenta cada año. Lo que puedo decir con seguridad es que el número de nidos recuperados ha crecido 600 por ciento en los ocho años que tenemos trabajando acá”, dijo en aquella ocasión el biólogo Antonio Razo, entonces responsable de la custodia de estas playas.
Una vez que en la temporada pasa el periodo de incubación y los huevos eclosionan, comienzan a darse los nacimientos, y el campamento de Nuevo Vallarta ofrece la oportunidad de ser uno de los afortunados que liberan a las crías. El programa contempla las liberaciones por las tardes, hacia la puesta del sol y para tener derecho a soltar una de las tortuguitas sólo hay que contribuir con el impuesto federal establecido para ello.
Pero Nuevo Vallarta no es la única playa desarrollada con estas ventajas, lo mismo es posible observar en El Anclote, Punta Mita, Bucerías, La Cruz de Huanacaxtle y otras zonas pobladas. La playa Las Tortugas, donde se alza un desarrollo armónico con la naturaleza, reportó por ejemplo la recuperación de 2,400 nidos en 2009.
Si bien frente a los hoteles ubicados en Rincón de Guayabitos el arribazón no es tan grande, la experiencia alcanza un punto particularmente emocionante en la playa El Naranjo, muy cercana a la zona hotelera; pues cuenta con uno de los programas de protección y educación ambiental más comprometidos. Acercarse a este campamento resulta no sólo en un espectáculo para turistas, sino en una verdadera experiencia educativa.
A LA LUZ DE LA CIENCIA
Los estudios realizados por el ITBB arrojan una información que a los mismos científicos les parece increíble: las tortugas marinas no le temen al desarrollo. De entre todas las playas de la región llegan con mayor densidad a Nuevo Vallarta como ya se explicó e incluso, contra lo que se pensaba, prefieren desovar en zonas donde la playa está iluminada.
"Hay una tesis que se quedó en el tintero, porque el estudiante la comenzó hace ocho años pero no ha concluido. Se midió la escala de luz y curiosamente donde hay más luz es donde más anidan las tortugas. Pero hay algo para tomar en cuenta: las tortugas adultas tienen un fototactismo negativo; es decir, no les gusta ir a donde hay luz, por lo que resulta aun más sorprendente esta tendencia", asegura Adrián Maldonado.
PARA MAYOR INFORMACIÓN SOBRE EL PROGRAMA DE LIBERACIÓN EN NUEVO VALLARTA
Contacte a José Juan Rodríguez Uribe en el celular (322) 109 51 38
La playa de Nuevo Vallarta, no obstante el importante desarrollo turístico que tiene, es la que mayor número de arribazones registra históricamente en la región. Algunos datos del Programa Nacional de Conservación de Tortugas Marinas de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) señalan que durante 2010 se registraron 51 mil nidadas de tortuga golfina en el Pacífico mexicano, de las cuales unas seis mil sucedieron en los 14 kilómetros de playas de Nuevo Vallarta.
Así que en muchos de los casos basta con permanecer despierto una noche entera, tan solo a unas decenas de metros de la habitación, para poder vivir la experiencia y observar cómo desova uno de estos quelonios.
De acuerdo con el biólogo Adrián Maldonado, del Instituto Tecnológico de Bahía de Banderas (ITBB), los estudios que ha realizado con un grupo de sus estudiantes ponen los arribos a Nuevo Vallarta por encima de otros campamentos en zonas menos desarrolladas como la playa El Naranjo, cerca de la Peñita de Jaltemba.
El análisis de datos históricos a 10 años indica que las tortugas marinas colocan un promedio de 250 nidos anuales por kilómetro en Nuevo Vallarta. Tan sólo el año 2007 llegaron seis mil golfinas a ese lugar. Las cifras de Maldonado no son desorbitadas. El 2009, las estimaciones oficiales del campamento tortuguero establecido en Nuevo Vallarta, hablaban de que hasta octubre se habían recuperado cerca de cuatro mil nidos y liberado a 200 mil quelonios recién nacidos.
“En este campamento la cifra aumenta cada año. Lo que puedo decir con seguridad es que el número de nidos recuperados ha crecido 600 por ciento en los ocho años que tenemos trabajando acá”, dijo en aquella ocasión el biólogo Antonio Razo, entonces responsable de la custodia de estas playas.
Una vez que en la temporada pasa el periodo de incubación y los huevos eclosionan, comienzan a darse los nacimientos, y el campamento de Nuevo Vallarta ofrece la oportunidad de ser uno de los afortunados que liberan a las crías. El programa contempla las liberaciones por las tardes, hacia la puesta del sol y para tener derecho a soltar una de las tortuguitas sólo hay que contribuir con el impuesto federal establecido para ello.
Pero Nuevo Vallarta no es la única playa desarrollada con estas ventajas, lo mismo es posible observar en El Anclote, Punta Mita, Bucerías, La Cruz de Huanacaxtle y otras zonas pobladas. La playa Las Tortugas, donde se alza un desarrollo armónico con la naturaleza, reportó por ejemplo la recuperación de 2,400 nidos en 2009.
Si bien frente a los hoteles ubicados en Rincón de Guayabitos el arribazón no es tan grande, la experiencia alcanza un punto particularmente emocionante en la playa El Naranjo, muy cercana a la zona hotelera; pues cuenta con uno de los programas de protección y educación ambiental más comprometidos. Acercarse a este campamento resulta no sólo en un espectáculo para turistas, sino en una verdadera experiencia educativa.
A LA LUZ DE LA CIENCIA
Los estudios realizados por el ITBB arrojan una información que a los mismos científicos les parece increíble: las tortugas marinas no le temen al desarrollo. De entre todas las playas de la región llegan con mayor densidad a Nuevo Vallarta como ya se explicó e incluso, contra lo que se pensaba, prefieren desovar en zonas donde la playa está iluminada.
"Hay una tesis que se quedó en el tintero, porque el estudiante la comenzó hace ocho años pero no ha concluido. Se midió la escala de luz y curiosamente donde hay más luz es donde más anidan las tortugas. Pero hay algo para tomar en cuenta: las tortugas adultas tienen un fototactismo negativo; es decir, no les gusta ir a donde hay luz, por lo que resulta aun más sorprendente esta tendencia", asegura Adrián Maldonado.
PARA MAYOR INFORMACIÓN SOBRE EL PROGRAMA DE LIBERACIÓN EN NUEVO VALLARTA
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