Se convirtió en la paradoja de hacer cambios precisos, modificar formas de calificar, pero sobre todo de actuar de una organización, que no es más que el juego que se prestan para que se vea beneficiada una persona o un municipio. Circunstancias puestas a modo, para favorecer en todos los sentidos a quien hoy porta la corona.
No se puede des-meritar el gran trabajo de producción, que realizaron los organizadores de la Reina de la Feria Nayarit 2020, el esfuerzo que hacen por lograr que todo funcione, que este a tiempo, pero sobre todo que en la televisión y en el auditorio presencial, sea un espectáculo que se disfrute y sea de calidad.
Y es que desde el principio, nada pinta bien. En la rueda de prensa se les cuestionó a los organizadores el porque solo un año se convocó para que fuera un certamen con causa y ahora regresa a su habitual concepto, además de cambiar ciertos requisitos. Al permitir que participe un funcionario público.
En el certamen hubo cinco jueces, que calificaron de manera directa, cinco rasgos diferentes; además que estuvieron tres personas más que calificaron solo el traje típico estilizado.
En la primera fase, en la que las jóvenes se presentaban, las primeras participantes no tuvieron seguidor (luz que las proyecta directamente al cuerpo principal en el escenario) a partir de la participante de Jala, se los pusieron, una antes que la ganadora; a las siguientes la iluminación en el seguidor fue menos intensa.
En todo momento, La Yesca figuró en el centro del escenario, inclusive antes de la coronación ella estaba en el extremo izquierdo, y ya para coronar, se encontró justo al otro lado.
No es la primera vez que sucede en este certamen, que exista inconformidad, pero en está edición fue más que evidente. Evidente desde el primer momento que permitieron que participará la cónyuge de un presidente municipal. Evidente desde los resultados preliminares no le favorecían y por acto de magia subió como la espuma. Evidente el enojo de los jurados, que pidieron a gritos que les enseñaran las sumatorias.
Pero lo que es más evidente es como se burlaron de las ilusiones de 16 jovencitas, sumadas a las de otros años, el esfuerzo de decenas de personas que viven de los certámenes de belleza, como los especialistas, entrenadores, modistas, estilistas, peinadores, maquillistas, directores de logística, decoradores, es toda una industria que nuevamente la tiraron a un bote de basura, sin importarles, todos los que trabajan alrededor de una candidata.
Lo más triste y sobra decir que es más que evidente, que un gobierno incongruente apruebe, acredite y sea indiferente ante un resultado insoluto, que de ejemplo de corrupción, que en todo momento fue tendencioso. Que en lugar de que el escenario se le de un poder a través de su belleza y expresión a la mujer, sea signo de violencia y humillación.
Y para quienes diluyen la responsabilidad de la ganadora, tanto peca como el que mata la vaca, como el que le agarra la pata. Por ética, que no tiene Verónica Gamboa, ni siquiera debió participar en el certamen y prestarse. Hoy es objeto de la crítica bajo su propia responsabilidad. Y su trabajo insípido en el escenario, da fe que le queda grande la corona.
Se burlaron de los nayaritas al presentar tablas sin sentido. Se burlaron del jurado, al no respetar su punto de vista y decisión de lo que se calificó. Se burlaron de las autoridades municipales, quienes invierten, tiempo, dinero y esfuerzo por sus participantes.
Pero que podemos esperar, si la Feria, su cartelera y presentación que nunca llegó, es una burla completa, en la que a cuatro días de iniciar, no hay un acercamiento real a los medios de comunicación y se desconoce la logística de la mayoría de sus atracciones y por supuesto, al que menos le interesa, la feria, las reinas y el sentir de los ciudadanos, es al gobernador, ausente completamente y evidente que lo que más le importa, no son los nayaritas.
0 comentarios:
Publicar un comentario