La noche de este domingo tres de marzo se llevo a cabo la gran final de la Reina de la Feria Nayarit 2019, en donde la representante de la Yesca, fue la que se llevo la corona y en un hecho raro e inusitado, al momento de mencionar las ganadoras, fueron coronadas, tanto como la reina, como también las princesas, representantes de los municipios de Tecuala y Santiago Ixcuintla.
La realidad a la salida del teatro, fue otra, caras muy tristes, siempre hay inconformidad, pero lo que se vio ahora, fue sin precedentes, gente del staff que dieron todo de sí para que el evento se luciera, vieron como tiraron su trabajo; Los diseñadores, los maquillistas, peinadores; puras caras largas.
Y que decir de la organización, si todo estuvo en su sitio, buena iluminación, escenografia correcta, perfecta conducción, una sincronía de tiempos correcta, muy ameno el programa, nada extenso, algunos detalles de sonido y fallas en las pantallas. Sin embargo todo se cae, al diseñar todo un evento destinado para favorecer a una participante.
Desde el momento en el que el jurado se presenta. Llegaron dos personas ajenas a los certámenes, funcionarios públicos, que con la finalidad de verse incluyentes, sabríamos que escogerían a la menos idónea. Además de un jurado inclinado completamente, ya que es originario del municipio, nada ético que burlara de las respuestas de las participantes, y que la de la yesca le aplaudiera. Otro jurado, que no debió serlo, pues fue parte del staff del evento.
Desde el tema, el acomodo de participantes, la proyección con el llamado "Efecto Yalitza" la promoción exagerada que recibió una sola participante. Y el que se hablará de una sola de ellas.
Pero quienes fuimos al certamen, vimos mucho talento, bellezas únicas y proyectos muy parecidos todos.
Yo pienso que la organización se prestó para que la niña ganará desde el primer momento que se anuncia del efecto Yalitza, pero sobre todo, al darle el espacio a dos jurados que no conocen nada del tema, y dos jurados que si conocen y que tienen un relación directa con el municipio que ganó.
A las 15 participantes, en mi humilde opinión, cualquiera, inclusive quien porta la corona, se merecía ganar. Salieron a darlo todo.
Me da mucha tristeza, porque con situaciones como está mucha gente dejará de creer en los certámenes, y me da más tristeza que compañeros, medios de comunicación que nunca cubren esta fuente, y que además no estuvieron en el evento, avalen el resultado.
Pero lo que me da más tristeza, es que por fin, hubo un evento decoroso, muy bien organizado como Reina de Feria, pero por querer figurar por su nota nacional, la mayoría de la gente que conoce de certámenes y que en lugar de que les aplauda, será un recuerdo amargo en la historia de este tipo de concursos.
Me queda claro que los organizadores van por la nota nacional, por el convencionalismo político generado por la Yesca y que lo menos que les importa son las participantes, su gente o sus raíces. Porque las 15 jóvenes son nayaritas, tienen raíces, viven y salen adelante en Nayarit, y no porque no sean indígenas no dejan de ser de Nayarit.
Finalmente, la nueva soberana, es la menos culpable, ella lleva la misma ilusión que sus catorce compañeras, ojala la preparen mucho más y sea una respetable embajadora de las raíces de nuestro estado y que sepa llevar el mensaje de nuestro estado por su caminar en su año de reinado.
Los organizadores prefirieron quedar como incluyentes, para obtener la nota nacional, pero con la gente que trabaja, que está en el medio de este tipo de eventos, los que realmente saben, quedaron muy mal. Hicieron polvo el autoestima de mucho talento de Nayarit, ojala algún día sean conscientes de ello y cuando requieran de nuevo de su talento, sean respetados y dignificados como se merece. Por dignificar a la mujer indígena, dejaron de lado el talento, el trabajo y la ilusión de muchos más que trabajan por un mejor Nayarit.
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