por Robin Zavala
Aunque hay cambios importantes y significativos, sobre todo
en la democracia, derechos humanos y civiles, los hechos suscitados en el
verano de 1968, en la ciudad de México, continúa con represión en el país y más
en el estado de Nayarit.
La matanza de Tlatelolco se pudo evitar con el dialogo, la
concertación y la no inclusión del autoritarismo gubernamental en tres
instituciones de educación pública de nivel medio superior, sin embargo ante el
despertar colectivo de la masa estudiantil y de otros grupos vulnerables, el
entonces presidente de México Gustavo Díaz Ordaz se impuso con fuerzas armadas,
utilizo y manipuló la información de tal manera que se viera como el rescate de
los Juegos Olímpicos, que se llevarían a cabo en ese mismo año.
La imagen pública de un gobernante ante el exterior
principalmente, siempre es la mayor preocupación, ya que repercute de manera
directa con las inversiones y los movimientos macroeconómicos. Sin embargo en
lugar de dar solución a los verdaderos problemas que enfrenta el país, la
represión sigue como un pie de bastión en los gobiernos, que buscan que no releguen
su poder.
Como verdadera
monarquía, con sus virreyes y lacayos, circos disfrazados en los que ejemplos
sobran y tristemente la historia se repite una y otra vez, Acteal, Atenco y
recientemente Ayotzinapa, son claros ejemplos de la intervención autoritaria,
con uso de la fuerza pública e inclusive paramilitar.
La desaparición de actores y protagonistas, que irrumpen a
la autoridad de los gobiernos, los bloqueos sexenales, la compra de conciencias,
el fusilamiento a activistas es una realidad de la historia de México y es
una realidad en el presente.
En Nayarit la corrupción, los bloques de choque disfrazados
de sociedad civil como en el 68, son una realidad. La confrontación directa del
gobierno actual representado por Roberto Sandoval Castañeda, que busca dar escarmiento,
hacer quedar mal, a quien se manifiesta o se inconforma. La difamación en el
que los jóvenes y no tan jóvenes, son desde porros hasta grillos.
Hace 14 meses doce personas buscábamos una entrevista con
Rafael Tovar y Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes ante su visita en la apertura del Cedart en las viejas instalaciones de
la Escuela Estatal de Bellas Artes, no se nos permitió la entrada, al momento
de retirarnos se ofrecieron algunas entrevistas a medios de comunicación de
manera pacífica, la autoridad, quien ahora es el director del CECAN (estatal)
José Inés Enríquez salió a envestir con cuatro jóvenes vestidos de civiles,
provocadores, ante la nula concertación y una acalorada discusión, los
presentes nos retiramos. Al día siguiente los panfletos, periódicos y redes
sociales nos anunciaban como rateros, oportunistas y porros. El gobernador del
estado lamentó en medios de comunicación el hecho y nos culpó que gracias a
esos movimientos no llega la inversión cultural a Nayarit.
A la una de la tarde en una radiofusora local de las
noticias en punto, relata la locutora en su noticiero: “Porros de izquierda irrumpen,
causan zafarrancho en el cedart Amado Nervo,
al menos hay dos heridos menores de edad, gracias a este enfrentamiento no
permitieron que arribara Rafael Tovar y Teresa a las instalaciones para
inaugurarlas”. Una vil mentira que se propagó desde las páginas oficiales del
gobierno de la gente, en la que no hubo zafarrancho, las denostaciones fueron
por parte de la autoridad estatal presente, no hubo manifestación, no hubo
heridos y Rafael Tovar y Teresa jamás intentó entrar al recinto, ni llegó. Tristemente
los medios comprados tuvieron que mentir y seguir el juego del gobierno.
Las amenazas, el bloqueo de la institución de cultura a este medio de comunicación, la
discriminación para quienes laboran con nosotros es inminente desde entonces.
Lo más risible, que el mismo gobierno que impuso su ley es
quien felicita a los jóvenes que dejan en alto nombre del estado de Nayarit,
con actividades, festivales, premios a nivel nacional e internacional, muchos,
la gran mayoría, que en el pasado han sido llamados porros o grillos.
Sin lugar a dudas al gobierno le hace falta establecer de
manera directa una solución y un dialogo a los problemas, las minorías y a las
necesidades del pueblo, que la expresión, los derechos humanos y civiles se
sigan respetando y así crear una sociedad tolerante.
Es por eso que el dos de octubre no se olvida, se recuerda y
en muchos lugares de nuestro país se vive.
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