Tras dieciocho años de creación, el haber transitado un breve periodo como secretaría el Consejo Estatal para la Cultural y las Artes de Nayarit vive un nuevo cambio, al menos en su dirección principal, ya que Martín Lizarraga Rosales fue sustituido por Antonio Ruiz "Coco", en recientes días. La noticia se dio a conocer a través de las redes sociales, se desconoce el porque de la decisión del gobernador, ya que horas antes de la sustitución Lizarraga Rosales anunciaba con bombo y platillo la realización del Festival entorno al centenario de nacimiento del escritor nayarita Alí Chumacero.
A menos de un año de administración del actual gobierno, en el que se dijo que la cultura sería un bastión para la lucha contra la inseguridad que vivimos, su desarrollo se vio gris y sin un entendimiento entre la autoridad y la comunidad artística.
Vivimos en un mundo cada día más globalizado y los jóvenes cada vez se sienten menos interesados por el desarrollo cultural y las expresiones artísticas, el impulsar, desarrollar y difundir a los nuevos talentos es un trabajo que debería de hacer el CECAN. Si bien es cierto, de Martín Lizarraga, se decía de un buen elemento, con mucho mundo, muchos conocimientos de causa, demostró poca o nula sensibilidad para los problemas que cuenta la comunidad artística de Nayarit.
Las principales actividades que destacaron en el ciclo de Lizarraga Rosales fueron el Festival de Letras Tepic, que de paso a ser una inversión millonaria, no causó la proyección deseada y no se le dio un enfoque local. El Festival Letras Para Sentir, que además de estar solo, tuvo mala organización y su difusión empezó dos o tres días antes de empezar el Festival. Presentó programas como talleres de actualización y desarrollo artístico, como talleres de iniciación en colonias y lugares vulnerables, que de paso, son proyectos que no contaron con financiamiento propio, por lo que sus titulares tenían que estar consiguiendo patrocinadores y apoyos. Y la Orquesta Filarmónica de Nayarit, un proyecto sin un marco legal sustentable, una idea hecha a relumbron, a ciegas y a capricho; para el goce y disfrute de los de arriba, con los reflectores para una noche, para después no saber más de la orquesta.
La cereza del pastel, fue el tener a los principales recintos culturales en renta, con una cooperación "voluntaria", que más que una cooperación era un pago que el artista o el promotor sumaba para poder difundir su trabajo, con esto el desarrollo su volvió aún más elitista. En lugar de ofrecer los espacios culturales, como museos y teatros a los nayaritas o a los que promueve actividades, se les cobraba por utilizar recintos como lo eran la Casa Aguirre o el Ex hotel Palacio, superando los diez mil pesos; en el que el dinero tenía un dudoso fin, ya que no hay o no se conoce cuenta publica alguna, en el que se deposite y en un futuro se vea reflejado en algún programa y / o actividad. Es increíble que se cobre en edificios que se gastaron miles de millones de pesos, en su compra, remodelación, equipamiento, infraestructura, con los impuestos de los mexicanos.
El reto para Antonio Ruiz "Coco" es muy grande, además de generar nuevas directrices debe ser más justo, institucional y sobre todo abrirle las puertas a todas las expresiones, a todos los colectivos y grupos artísticos nayaritas. No debe favorecer a unos cuantos, tiene que darle cabida a muchos, sin pretensiones. A diferencia de sus antecesores se sabe de Ruiz, que además de tener conocimiento de causa, también lo definen sus experiencias en el extranjero, al ser uno de los pocos Artistas Nayaritas en realizar una gira por Francia; y ser muy sensible a las necesidades del pueblo, ser uno de los mayores críticos de gobiernos pasados, sobre todo priístas.
Para obtener mejores resultados se debe de dar un seguimiento acertado, pronto y concluso al Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias denominado PACMYC que cerró convocatoria apenas del mes pasado, en el que realmente sean artistas que reciban el apoyo.
Otro programa que se debe rescatar a la brevedad posible, ya que es la columna vertebral de las administraciones publicas estatales y es una forma de crear un ciclo de apoyo entre gobierno y el artista es el PECDA, El Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico, que por cierto fue olvidado en el sexenio pasado y que si se recupera sería un gran acierto para este gobierno.
El Festival Cultural Amado Nervo, debe ser revisado sobre todo en su esqueleto, concepto y fechas en el que se realiza, ya que a pesar de ser la mayor fiesta cultural del estado, no cuenta con una identidad propia. El concepto que tiene actualmente no logró conectar con la comunidad artística ni con la sociedad en general. Está es otra área de oportunidad de demostrar que se pueden hacer las cosas bien y quien mejor que Toño Ruiz, quien produce actividades y festivales desde hace muchos años.
Es importante desvincular el Festival Cultural Amado Nervo de los municipios y que este regrese a ser una fiesta, para el realce principalmente del centro de la ciudad de Tepic y los recintos con los que cuenta el gobierno para que estos sean tomados nuevamente para el desarrollo cultural, por y para los ciudadanos. Que los municipios tengan su propio desarrollo cultural y no dependan de lo que se hace en la capital para que les llegue inversión o alguna actividad. Cada municipio se merece su propio Festival Amado Nervo, con su latitudes y objetivos propios a la forma en la que se vive en cada lugar.
Llegó una nueva era para el CECAN, ya pasó la era de los bailarines, de los músicos, de los pintores, vaya, recientemente de los niños bien, con cara bonita y musculosos, ¿Ahora de qué será la nueva era del cecan?
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