Sin el puro sentido de la lógica básica de los eventos de belleza requeridos y sin el interés de la propia organización el Certamen Embajadora del Orgullo Nayarita dejo mucho que desear y las expectativas superaron la fallida realidad en su edición 2017.
Para empezar la producción que presentan las participantes a lo largo de la semana y en la final es costeado y puesto por los municipios o las propias participantes. La organización o el estado hacen una inversión nula en la imagen de cada una de las candidatas.
Con una idea bien montada en la sesión de fotos, en la que se enalteció el trabajo de las manos coras de la sierra nayarita como merecido homenaje en el marco del Centenario de Nayarit, en su creación de Estado libre y soberano.
Por lo menos se espera que en la final que es lo que la organización hace el gobierno de Nayarit a través de la Secretaría de Turismo sea de calidad. Primer punto, La conducción nuevamente dejo mucho que desear, desarmados los conductores sin un guión completo, se vieron superados por el público, errores garrafales, como cambiar nombres, apellidos, pronunciar mal. O anunciar invitados que no llegaron, no anunciar a los que si llegaron, darles énfasis a ciertos invitados. Se vieron desganados, que no ensayaron y ni leyeron previamente. ni los nombres de las participantes.
La logística desde la entrada era un caos, sin orden, sin nada alusivo al Centenario de Nayarit, todos hechos bolas, el evento empezó tarde como siempre, sin autoridades estatales, ni la anfitriona La Secretaria de Turismo.
Ya en el evento, la escenografía, reciclada entre lo que ponen en los carros alegóricos lo que ya se vio en años anteriores, dos o tres veces. Una iluminación espantosa, rojos intensos para participantes como Ahuacatlan, San Blas, Tuxpan y Tepic y Blancos para participantes como La Yesca, Ixtlan, Ruiz, Santiago y Santa María del Oro.
En la descripción del traje típico se equivocaron con varios municipios y no vieron la forma de rectificar, la música se apagaba. Tiempos muertos larguísimos y con mucho programa artístico, que no supieron acomodar todo. La música no fue la adecuada, inclusive que no tenia nada que ver con el tipo de evento y algunas piezas que fueron tomadas de otros certamenes que tienen registro.
El jurado muy mal escogido a excepción de Gaby Pérez y Geraldine Ponce. Nada interesados en el evento, no compaginados. El performance del Centenario, muy extraño, con música que ni parecía ni de México, ya no digo de Nayarit. La pasarela de las ex Embajadoras en silencio, ya cuando paso la del año anterior, de la nada sale su despedida, sin darle previamente la presentación que se merecía.
Es la primera vez que en este certamen en once años se grita Fraude, con el simple hecho de conocer a las cinco finalistas, pésima decisión cuando las dejaron a las jóvenes en frente del publico enardecido, esperando las preguntas que no tenían los conductores, exponiéndolas al escrutinio, sin deberla y ni temerla; ahí se ocupa tacto, para decir quiten a las niñas, meto otra cosa, mientras se calma el público y regreso con las preguntas.
El favoritismo para unas participantes fue bastante notorio, con errores de sonido e iluminación, en las fotos editadas, En la semana controlando el vestuario de las competidoras.
El trato para los medios de comunicación fue deprimente, nos querían quitar de la primera fila, restringidos, además de que este es uno de los eventos que casi no hubo medios propiamente, a la hora de la rueda de prensa, la joven sin una autoridad estatal que la acompañara, que le diera el respaldo del evento, ella sola y con la lona del evento, toda arrugada y fuera de lugar. No se pudo terminar de hacer las fotos, porque el personal del teatro empezaba a retirar escenografía y todo.
La final dejo mucho que desear. Este evento debe ser un referente porque cuenta con un presupuesto, con el respaldo del Gobierno del Estado de Nayarit, es el estandarte de promoción y difusión de la máxima fiesta de los Nayaritas, La Feria Nayarit; Su gasto en las participantes es casi nulo, y cuentan con un amplio staff para trabajar en él. Puede haber fallas, pero este año los errores fueron garrafales y muchos repetidos, que hacen año con año. Es nuestra feria y nuestra fiesta y como nayarita nos duele, lamentablemente es nuestra realidad. Finalmente les debemos una disculpa a las chicas, porque ellas salen a dar su mejor esfuerzo y las dejamos en las peores manos.
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