Por Robin Zavala
El día de ayer le ofreció el Consejo Estatal para la Cultural y las Artes de Nayarit (CECAN) un muy merecido homenaje a una persona que por su trayectoria, de lo que sabemos es poco, pero es mucho el amor que le tiene al arte popular y el cómo a través de los años es un instrumento de la vida de Nayarit, para fortalecer, promover y difundir nuestra identidad, en el Museo de los Cinco Pueblos, del cual es director desde hace un par de décadas.
En lo personal me peso no estar presente. Pedí audiencia y voz en el evento, sin embargo hasta este tipo de circunstancias en el gobierno de la gente están politizados. Yo de corazón, estuve con él. Por otro lado las autoridades de cultura, no permiten que haga mi trabajo como debe de ser.
Montes fue para mí mucho más que un amigo y un maestro, su timidez aunada con su temperamento, hace que pocas personas lo entiendan y le tengan paciencia. Para mí siempre será un ejemplo de pasión, de entrega y sentimiento. Su tenacidad y su quehacer siempre son característica y parte de su ser.
Todavía recuerdo a mis 12 años cuando fui por vez primera al museo, por la calle Hidalgo, me fascino tanto que fantaseaba en quedarme a vivir ahí. En el año 2000 llegue para hacer un programa de verano de museos, como guía. El maestro con toda la sencillez del mundo me dio la guía, me compartió sus secretos y me enfrasco en mil y una historias.
A pesar de que el programa terminó así casualmente a finales de agosto, yo continúe asistiendo, dando guías, más que por las propinas, por gusto. Me di a la tarea de preguntar por los platillos típicos, lugares más emblemáticos y era parte de mi charla. Llegaba los sábados de mis compras matutinas que me tocaba hacer de la lonchería de mis padres, y me quedaba horas platicando.
Sus nobles amigos, el maestro Rolón y Torritos, quienes lo cuidaban más que un amigo, poco a poco me los fui ganando. Nos tocó ver el paso de los años, la llegada, evolución y casi extinción del Festival Amado Nervo. La apertura del Cecan, su desarrollo y sus cambios constantes de personal.
Siempre regreso con el gusto de siempre. Después de salir de la escuela y de pedir muchas oportunidades, todas negadas, llegue a mi museo, voltee la cara al maestro, y le dije que si le podía ayudar con la difusión del museo, a cambio de que diera guías; Él nunca me respondió, nunca me detuvo, Y por muchos años fui el encargado de difusión.
Montes fue para mí, mi segundo padre, pero uno que me comprendía y que siente el mismo amor por las artes que yo siento. Pero fue más un ángel, que me entregó sus alas, unas alas llenas de oportunidad, de conocimiento y sobre todo, de mucha confianza para mí mismo, para crecer y para saber hacer las cosas.
Una oportunidad es lo que necesitan los jóvenes para cambiar su perspectiva de vida. Yo la recibí a los quince años y desde entonces, doy lucha, trabajo duro y digo lo que tengo que decir.
Espero que alguien le pueda leer esta nota al maestro y me disculpo por no estar presente en tan importante evento. Yo no le puedo reconocer su trabajo. Yo solo le puedo agradecer la oportunidad que me dio de ser alguien en la vida y que al menos en mi persona, como mentor, como maestro, le dio un cauce y tiene resultados.
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